
A las 9 de la mañana se abrieron las puertas del polideportivo para que mientras se realizaba el pesaje de la categoría absoluta se procediera al montaje de los tres tatamis en los que se luchó por las medallas hasta más allá de la una de la tarde.
A partir de las 12:30 fueron llegando los judokas benjamines y alevines para su pesaje. Una vez acabada la jornada de mañana, todos los judokas pudieron pintarse las caras en tres plazas del pueblo habilitadas a tal efecto con monitores de tiempo libre. Todos los bares y restaurantes de la localidad estuvieron llenos haciendo imposible encontrar mesa para comer sin una reserva previa.
Ya por la tarde, las puertas se volvieron a abrir a las cuatro y nueve tatamis acogieron durante más de tres horas a una incesante lluvia de jóvenes judokas, desde los 4 hasta los 12 años, que demostraron sus progresos a los más de mil espectadores que abarrotaban las gradas. Además, se realizó una rifa de un bogavante que un afortunador ganador se pudo llevar a casa por tan solo 2 €.
Por último, comentar que durante todo el día estuvo abierta una pequeña tienda de material deportivo en el mismo polideportivo y en la que además muchos judokas pudieron bordar su nombre en su judogui o cinturón.
Muchas gracias a todos los que habéis hecho posible esta gran jornada de judo. En breve ampliaremos con las galerías de fotos.